El rojo está presente en todos los lugares: casas, ropas, coches, maquillajes y numerosos objetos. Por eso es tan importante conocer la mejor manera de utilizarlo para valorar un espacio. Pequeños toques de color pueden crear una atmósfera totalmente diferente.
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El rojo es un color imponente, que ilumina el espacio, además de hacerlo más chic y elegante. Es un tono vibrante, por lo que encaja tan bien cuando se relaciona a fiestas y grandes recepciones. Dentro de la decoración, se debe tener cuidado para componer ambientes, siempre utilizando el color con moderación y equilibrio.
Fotos: Homedit e Revista Casa e Jardim
Las dos caras del rojo
El rojo tiene la capacidad de transformar los ambientes. Espacios pequeños se hacen más atractivos y acogedores cuando este color predomina. Ya en ambientes más grandes, proporciona un efecto diferente, calientando el espacio y dando la sensación de proximidad. Las personas tienden a sentirse más seguras o protegidas.
Fotos: Elle Decor, Home to Home e CountryLiving
En las zonas exteriores, el rojo destaca y acentúa algunos puntos. Este color puede ser aplicada de varias formas, desde paredes y objetos hasta toldos. Rojos tropicales, lúdicos y brillantes o delicados, suaves y románticos hacen parte de la extensa familia dese tono, que permiten crear un sinfín de posibilidades en la decoración. En los toldos, el rojo proporciona una sombra con buena coloración y el filtrado de la luz resulta en un espacio muy agradable. Lo que importa es la creatividad y audacia para configurar un ambiente.
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